Se encienden todos los focos rojos

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PROCESOS POLITICOS : POR OSCAR PINEDA

Lo sucedido la semana pasada en el Cetis 78 de Altamira, es un fuerte llamado de atención, no solo para las autoridades educativas, también para los padres de familia y sociedad en su conjunto.
No estamos hablando de vándalos, ni tampoco de pandillas; hablamos de jóvenes, algunos de ellos casi niños, actuando irracionalmente.
El hecho enciende las luces de alerta porque estamos hablando de un incidente que pudo terminar en tragedia, no solo para el director, quien llevó la peor parte, también para los estudiantes.
Desde mi punto de vista esto es un reflejo de la polarización y los mensajes de odio que se difunden con tanta facilidad.
Y es aquí donde se abre el debate ¿los estudiantes que causaron los destrozos y golpearon al director del plantel deben ser castigados?
El sentido común nos indica que sí, sin embargo, las autoridades escolares consideran que no.
En lugar de ello las autoridades consideraron como primera opción, dar atención psicológica y emocional.
Una segunda oportunidad pues.
Ante esta situación padres de familia exigen que los estudiantes que causaron los destrozos y atacaron al director sean sancionados para que quede un antecedente y estos hechos no se repitan nunca más.
¿Pero qué hay de los dos maestros que presuntamente incitaron a los jóvenes a iniciar la huelga?
Son los dos que aparecen en los videos.
El tema es para una profunda investigación y que no vayan a pagar justos por pecadores, solo para tener resultados prontos y evitar la presión mediática.
El problema no es menor, al contrario, y con mesas de paz y pláticas no van a solucionar nada. Podría ayudar, pero parece que con eso se quieren conformar.
El asunto va más allá.
Y se debe trabajar desde las raíces.
En México hay una profunda polarización, aunado a un resentimiento que existe entre la población y eso ha provocado el malhumor social que permite este tipo de situaciones que se dio en el Cetis.
Así que la labor es titánica. Lo de esa escuela solo es la punta del Isberg.
EL PERSONAJE
Mientras el IMSS Bienestar se ahoga en el mar de quejas de la ciudadanía su coordinador estatal sigue ausente, disperso y ocupado de todo menos de su trabajo.
Sus cercanos presumen que el doctor está bien agarrado de un pesado en la Ciudad de México y por eso no lo han removido del cargo como se esperaban desde la semana pasada.
Quiero pensar que el delegado es un buen médico, porque como administrador es malísimo y peor como gestor.
POSDATA
Si de malos delegados hablamos no quite de la lista a Luis Lauro.

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