LA COMUNA
———————
POR JOSE ANGEL SOLORIO MARTINEZ
————————————————————–
La vieja cultura política parlamentaria, no se ha ido. El más reciente suceso que marca a una Legislatura, (que nombró a Magistrados violentando los requisitos constitucionales para ello; que nombró a servidores púbicos sin el necesario perfil profesional -el Contralor del Gobierno estatal, es Mecánico y más de un elemento del Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas, son seres sin formación de jurisconsultos-), es el bono de marcha que se autorizaron.
Fueron ocho millones de pesos, los que los parlamentarios -de todos los partidos- se repartieron antes de dejar sus curules.
Hasta ahí, podría argumentarse que regularmente la burocracia despliega ese tipo de maniobras por su rendimiento laboral y profesional.
En otras palabras: ¿Qué de malo tiene que diputados se premien por su productividad en el Congreso?
Nada de criticable tiene.
Lo cuestionable aflora, cuando esos ocho millones, fueron tomados ¡del presupuesto de la Legislatura actual!
¿Es justa la maniobra de los diputados que se fueron?
Probablemente en una retórica y época neoliberales se justifique.
Lo malo es que estamos en plena era de laIVT.
Y resulta, que la nueva mayoría congresal es de color guindo.
O sea: es imperdonable que frente a la autoridad lopezobradorista en el Congreso local, los azules, pretendan tratarla como vil empleada y consideren suyos todos los presupuestos de todos los poderes.
¿Es irregular, el albazo al presupuesto del grupo que comanda Armando Zertuche Zuani?
Absolutamente.
Los parlamentarios, conducidos por el reynosense, -hasta octubre pasado- Cachorro Cantú, se fueron al baño; se pasaron de listos toda vez que se llevaron una tajada del presupuesto que no les tocaba ejercer.
¿Qué hacer en este penoso caso? ¿Dar cuenta a la Contraloría?
No tiene caso; aplicarán el Artículo cesto: cesto de la basura.
¿Acudir a la Procuraduría?
Ternuritas: responderían hasta el 28 de diciembre.
Sería bueno que Zertuche Zuani y compañía exhibieran los recibos de ese asalto. A lo mejor, no recuperan lo que le han robado al pueblo; pero sí, sería una alerta para no votar jamás por individuos de esa contextura ética y política.
