69 envíos y más de 150 millones de dólares en beneficios
Los registros de entrada de los puertos de México y los informes de aduanas a los que ha tenido acceso EL PAÍS profundizan la mancha de la red criminal
Operativo de la Secretaría de Marina en Tampico.Secretaría de marina (vía REUTERS)
TAMPICO TAMAULIPAS.-
La ruta, siempre la misma. Un buque petrolero sale de los mismos muelles en Houston, en el Estado de Texas, y a los pocos días llega a los mismos embarcaderos en Tamaulipas. Las bodegas, siempre con la misma carga, millones y millones de aditivos para aceites lubricantes. Las empresas exportadoras, siempre las mismas. Las importadoras, igual. También la agencia naval. La red de contrabando comandada por marinos de alto rango operaba con una precisión marcial. De acuerdo a información a la que ha tenido acceso EL PAÍS, esta mafia de las aduanas de México operaba al menos desde junio de 2023, casi un año antes de lo que hasta ahora se ha hecho público y mandó 69 envíos de contrabando que supusieron unos beneficios para los criminales de al menos 150 millones de dólares.
Hace poco más de una semana las autoridades mexicanas anunciaron la detención de 14 personas, entre ellas miembros de la Marina y empresarios, el mayor golpe a la corrupción que ha dado el Gobierno de Claudia Sheinbaum. La trama de tráfico de combustible, según el relato oficial, operó al menos desde abril de 2024, permitiendo la entrada de 31 envíos ilegales de combustible disfrazado como aditivos para aceites lubricantes, principalmente a través de la aduana de Tampico. Sin embargo, información de registros de entrada de los puertos de México y documentos de aduana en manos de EL PAÍS profundizan esta mancha. El entramado criminal habría comenzado a funcionar por lo menos un año antes, en junio de 2023. Gestionó la entrada ilegal a puerto de un mínimo de 564 millones de litros en 69 barcos petroleros en cuatro aduanas diferentes. Los envíos comparten características como mismas empresas exportadoras e importadoras, misma agencia naval, mismos muelles de carga en Houston, mismos lugares de desembarco en Tamaulipas.
Este delito, conocido como huachicol fiscal, consiste en introducir en México combustible refinado en otro país, que debería pagar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), oculto bajo el manto de otra mercancía que no tenga ese gravamen. Si se multiplican esos millones de litros que introdujo esta red por lo que se pagaba de media cada año, el beneficio para los criminales fue de al menos 3.000 millones de pesos, unos 150 millones de dólares.
Esta conspiración criminal unió a marinos, funcionarios públicos y empresarios para contrabandear millones de litros de gasolina dentro del país. Los líderes, los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, tienen rango de vicealmirante y contraalmirante y son sobrinos políticos de José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024). Presuntamente usaban su influencia dentro de la institución para decidir las designaciones de marinos para que gente de su confianza acabara en puestos clave de aduanas para poder operar su red.
Con esta investigación, el Gobierno de Sheinbaum arroja luz sobre un monstruo en la sombra del que no sabe hasta dónde crecieron sus tentáculos durante la administración de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Mientras se van conociendo más y más nombres de militares y empresarios coludidos, Sheinbaum ya advirtió el viernes pasado que no han terminado las detenciones de involucrados. Por su parte, el actual secretario de la Marina, Raymundo Pedro Morales, durante el desfile militar por el Día de la Independencia este martes, se refirió a la trama de corrupción y aseguró: “Hubiera sido imposible callar”.
Aunque son cuatro las aduanas implicadas, la operación ocurrió principalmente en los recintos vecinos de Altamira y Tampico, en Tamaulipas, y la mejor ruta marítima para traer mercancías desde Texas. El 2 de junio de 2023, el buque cisterna Pis Parangon, bajo bandera de Singapur, atracó en el puerto de Altamira. Su carga declarada, 6,4 millones de kilos de aditivos para aceites lubricantes, fue gestionada por la agencia naval Altamaritima, y la empresa exportadora es Ikon Midstream. Su muelle de carga en Houston, Texas, fue el Greens Port de la empresa Watco, y su destino fue un punto de atraque en el puerto Altamira.
Estos datos coinciden con casi todos los siguientes 32 envíos desde Houston, de los cuales 25 fueron importados por B-Match Sa de CV, una empresa que comparte domicilio exacto con Intanza SA de CV, que gestionaron la importación del buque Challenge Procyon. Este fue el primer gran caso mediático de huachicol fiscal, cuando llegó a mediados de marzo al puerto de Tampico desde Texas este barco petrolero. Aunque la carga declarada era aditivos para aceites lubricantes, la nave fue inspeccionada por una serie de inconsistencias fiscales, descubriendo que en realidad sus bodegas transportaban combustible. Derivado de este hallazgo realizaron un cateo en un predio cercano a la ciudad de Altamira, donde incautaron 10 millones de litros de diésel, 192 contenedores y 32 vehículos. Según han declarado las autoridades, este hallazgo fue clave para comenzar a desmantelar la red de los Farías Laguna.
De acuerdo a lo que ha trascendido en medios de la indagatoria, el testigo en el que se basa la acusación de la Fiscalía General de la República, apodado Santo, nada más llegar a su cargo en la aduana de Tampico recibió un sobre con 50.000 pesos. Se lo entregó el hoy detenido Fernando Ernesto Magaña Gutiérrez, subadministrador de la aduana de Altamira y operador para el pago de sobornos en su recinto fiscal.
Fue justo a la aduana de Tampico donde comenzaron a llegar los buques cargados de aditivos para aceites lubricantes a partir de abril de 2024. En total, hasta que las autoridades decomisaron el Challenge Procyon, arribaron un total de 33 envíos exportados principalmente por Ikon Midstream e importados en su totalidad por Intanza SA de CV y Azteca Cone SA de CV—que comparten socios—, todo gestionado, de nuevo, por Altamaritima.